Son clases que permiten a los niños interactuar con los animales a la vez que practican deporte.
El objetivo, es lograr que los alumnos pasen al menos un día a la semana en la naturaleza, saliendo de su rutina en la ciudad y adquiriendo un buen nivel de equitación.
Se ha demostrado que el contacto con los caballos tiene muchos efectos positivos, físicos, emocionales y cognitivos.
Mejora el aprendizaje, la memoria, el equilibrio y la coordinación. Aumenta la autoestima y la seguridad en uno mismo.